En el mercado de las cajas fuertes podemos encontrar una gran variedad, tanto en nivel de seguridad como en tamaño. Cada una está orientada a un tipo de objetivo. Podemos encontrarlas de varios tipos, y según su tipo de apertura, las cajas fuertes se dividen en dos grupos:
- Las cajas de fuertes antiguas, que suelen ser más pesadas y cuentan con una rueda giratoria en la que introduciremos la contraseña para abrir la puerta.
- Las cajas fuertes modernas, que funcionan con un sistema electrónico, con una contraseña digital por números o las más modernas, que cuentan con un sistema alfanumérico y también, las más avanzadas y seguras, con algún sistema biométrico, es decir, lector de huellas digitales, lector del iris, etc.
También podemos clasificarlas según su sistemas de apertura, donde existen varios tipos tales como:
- Cajas fuertes con llave principal.
- Cajas fuertes con llave más combinación mecánica.
- Cajas fuertes con llave más combinación electrónica o combinación electrónica motorizada.
Existen cajas fuertes para usos específicos como la de los armeros, que son cajas diseñadas exclusivamente para guardar armas o armas largas, y su custodia.
- Armeros homologados: Los cuales cumplen con la legislación vigente, superando una serie de normas de los organismos oficiales, utilizados en tiendas de armas o áreas militares.
- Armeros no homologados: Son aquellas cajas fuertes destinadas a la custodia de armas, pero orientadas al uso privado.
También existen las cajas fuertes ignífugas, que son aquellas que están diseñadas con materiales especiales para guardar archivos, información, dinero etc protegiéndolos en caso un incendio. Muchas de ellas también son resistentes a la humedad o agua por sus características herméticas.